lunes, marzo 30, 2009

MALAGONIKUS DAYS





El Jazz Latino: La perspectiva musical integradora
Por: Roberto Carlos Luján*
El jazz latino es una de las músicas más excitantes surgidas en el siglo XX. En su práctica musical se incluyen los más diversos géneros musicales latinoamericanos. Dichos géneros, hasta hace más de medio siglo no habían sido considerados, de forma decidida, en unión con el jazz y los elementos que le definen, de la manera como se hace actualmente.
En términos de contenido, puede advertirse la presencia de diferentes ritmos afrolatinos en su práctica musical. Dicha práctica, se caracteriza porque logra conciliar en una misma manifestación artística distintos materiales de orden popular, folklórico y clásico, con disimiles intensidades y desarrollos en sus realizaciones. El jazz latino es plural, nunca singular. Es una categoría que abarca de manera global distintas especificidades -en términos de formatos instrumentales, géneros, interpretaciones y desarrollos musicales-, las cuales en la mayoría de países latinoamericanos vienen afianzándose paulatinamente. El jazz latino comprende variantes de enorme visibilidad, las cuales por lo general están asociadas a las distintas nacionalidades de sus géneros, más que al origen de los músicos que las practican. De tal manera, se puede hablar básicamente del jazz afrocubano -el más explorado orbitalmente-, el jazz afrobrasilero -un universo sonoro por derecho propio, históricamente excluido de la categoría general-, y el afroricanjazz -basado principalmente en la bomba y la plena, y en menor medida en la música jibara-.
El jazz latino es una maravillosa manifestación en la cual pueden desarrollarse musicalidades libertarias y transgresoras que escapan, nota tras nota, a la uniformidad de la música comercializada de alta intensidad. El jazz latino, según como se afronte, puede suponer para sus realizadores diversas significaciones, entre las cuales identificamos sin mayor reflexión al menos dos a) la construcción de un proyecto identitario artístico y b) una manifestación musical resistencial y concienciada, para distintas comunidades de músicos que han experimentado un proceso migratorio, desde sus países de origen hacia otras geografías del mundo, en un tránsito nomádico incesante. En tal sentido, el jazz latino es una música afromundial en perpetuo movimiento que confronta al músico, improvisación tras improvisación, con sus ideales y expectativas culturales. El jazz latino precisa del melómano talento y disposición por una atenta y prolongada audición, para su adecuada apreciación. Es por ende, una excelente oportunidad para foguear los distintos saberes adquiridos y acumulados. Una generación reciente de músicos en el continente americano, realiza un ingente esfuerzo por desmarcarse del cubacentrismo y afrocentrismo imperante, reconsiderando músicas y géneros del interior colombiano, de los Andes y los Llanos etc. Con lo cual se abre una perspectiva alterna en ese horizonte que viene sorprendiéndonos gratamente…
* Sociólogo, realizador radial y articulista cultural, Universidad del Valle.

Héroe de la libertad radical musical afrocaribeña
Por: Roberto Carlos Luján*
En 1990 escuché por primera vez a Oquendo & Libre. Desde entonces la profundidad de su musicalidad suscitó nuestro deliberado interés. Su seriedad para enfrentar y comunicar la libertad de la música popular nos voló la cabeza para siempre! Oquendo & Libre se convirtió en nuestra banda de culto preferida del mundo de la salsa.
El 25 de Marzo, hasta hace poco significaba sólo un día de júbilo para la salsa, el cumpleaños de Johnny Pacheco. Esa fecha a partir de este año, representará también una inmensa tristeza para la comunidad musical y melómana del mundo de la salsa, por la desaparición física del percusionista y director de orquesta nuyorican Manny Oquendo.
Súper Manny Oquendo Y Libre**
Manny Oquendo, el mayor de la paila típica criolla en Nueva York, uno de los percusionistas más completos de la vieja escuela de Nueva York, el último gigante de la dinastía de timbaleros directores de orquesta procedentes del Palladium, prolongó la noble tradición cubana de los paileros de fundamento en la babel de hierro durante casi 65 años de vida artística. Su afinación, su cadencia e ímpetu, sus figuras musicales legibles, todo eso hizo parte de la estructuración de sus solos musicales, los cuales se convirtieron en manual de aprendizaje popular.
Individuo de ley y hombre de personalidad admirable por sus irreductibles principios de vida. Fue precisamente por esto que se ganó cierta fama de persona difícil. ¿Pero que es ser difícil? Ser difícil es proceder con un carácter inquebrantable y con la entereza personal suficiente para tomar distancia de aquellos que faltan a la verdad y contemporizan sus actitudes de vida, en evidentes maneras hipócritas de proceder. Eso es vivir la verdadera realidad. Por ello estableció rupturas -¡actitud siempre saludable!- en las relaciones sociales con algunos músicos y agentes culturales. Todo ello se reflejo en el modo radical de desarrollar su musicalidad en torno a la música popular afrolatina. Su posición en el campo de la música, siempre ha sido entendida y celebrada por quienes concienciadamente se han acercado a su quehacer artístico. Fundar, dirigir y sostener una orquesta, en pleno boom comercial de la salsa, con una propuesta diferente que le apostó a la noble e idealizada idea del arte por el arte, sin desvirtuarse a la vuelta de la esquina, es algo que sólo quienes comprenden a fondo su valor pueden admirar incondicionalmente. Por todo ello nos atrevemos a considerar a Libre como la banda más extraordinaria de la salsa, el más grande All Stars de la salsa de barrio de Nueva York. Entre pailazos de conciencia y afinque en cualquier clave José Manuel Oquendo demostró que intentar ser libre, es un proyecto de vida en el cual se articulan indefectiblemente lo personal y lo artístico.
El camino ancho y fácil por el cual transitan quienes proceden hipócrita y deshonestamente, no fue nunca su rumbo, prefirió darse a respetar y tomar distancia de muchas personas y sesiones discográficas, como de aquella históricas All Stars que le llamaban en los 60’s, a las cuales prefería no asistir para no compartir espacialidades con algunos de esos músicos y sus actitudes. Todo ello resintió su alto reconocimiento comercial, aspecto por el cual debió pagar el precio de la baja consideración general. Por eso para músicos integrales como él, el valor y respeto mayor perseguido se centraba en el que sus colegas y melómanos pudiesen otorgarle.
La música salsa no solamente pierde un músico importante, con él desaparece parte de la vitalidad de esa modalidad musical urbana y contemporánea que entendemos como la salsa. La libertad radical de la tradición se pierde poco a poco, y no hay una generación de relevo que pueda resistir las décadas que los maestros como Oquendo convirtieron en escuela musical. Oquendo & Libre, decididamente sintonizado con el espíritu de la salsa dura y al margen de la visibilidad comercializada de la salsa imperante de la época, consiguió practicar mucha de la inmensa música del Caribe.
La música latina no ha sido testigo de una devoción mayor que la experimentada por un músico tan profundo y trascendental como Andy González, por un colega de similares cualidades como Manny Oquendo. Manolo y el compay el compay Andrés, como solían llamarse este par de amigos, se conocieron hace casi cuarenta años cuando coincidieron en la orquesta de Eddie Palmieri. Desde entonces, la amistad y el respeto insondable recíproco posibilitó que se convirtieran en una especie de familia. La familia que se elige en la vida puede ser mucho más importante que la parental, y este es el caso de estos músicos.
Cali postergó tanto la visita de Oquendo y Libre… hasta hacer de ella algo imposible. Lo que no se compadece es el hecho de otorgarle demasiada consideración a unos y tan poca a otros, principalmente cuando éstos últimos la merecen por derecho propio. Esa desigualdad determinante condiciona la mejor consideración de los individuos en el mundo social.
Viva Manny Oquendo y Libre… por siempre!


Wednesday, April 1, 2009
LQ NEW YORK
CLASSIC SALSA WEDNESDAYS
LQ NEW YORK
511 Lexington Avenue & 48th Street, NYC
Doors Open 6pm ~ 21 & Over, ID Required
For table reservations or more information call:
(212) 593-7575

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