viernes, junio 05, 2009

EL VINILO TIENE QUIEN LO OIGA


HE AQUI UN EXCELENTE ARTICULO DE LA REVISTA ESTAMPAS DEL PERIODICO EL UNIVERSAL DE VENEZUELA, EXCELENTE , PARA QUIENES SOMOS ENFERMOS CON EL VINILO. ESPERO LO DISFRUTEN.
El vinilo tiene quien lo oiga

Aunque hace rato la música digital lo condenó a baúles y basureros, en Estados Unidos y Europa el disco de vinilo vive una suerte de resurgimiento, mientras en Caracas varios melómanos defienden su magia evocadora
Por Efraín Castillo.

"El disco es cultura", se leía en las carátulas de aquellos discos de pasta o acetato que musicalizaron buena parte del siglo XX. El eslogan no podría ser más sonoro, pues aunque pueden resultar una rareza para la "generación iPod", en esas circunferencias negruzcas similares a una torta de casabe quedaron inmortalizados millones de artistas y sus canciones.

Cuando hace 20 años el CD irrumpió con su promesa de mejor audio y mayor capacidad, el vinilo fue prácticamente borrado del mapa. Sin embargo, el famoso "picó" o tocadiscos todavía suena -y con más volumen del que se piensa. En Venezuela dejaron de producirse LP's hace por lo menos 15 años, pero en Europa y Estados Unidos todavía existen fábricas, principalmente para satisfacer el mercado de DJ's y a ciertos melómanos. Además, algunos grupos musicales alternativos, amén de sellos independientes, están reviviendo el formato en una onda "retro" o nostálgica. La banda de rock británica Radiohead anunció que este año publicaría una compilación en un vinilo dirigido a coleccionistas (según reseñó www.terra.com), mientras Oasis y Queen están haciendo cosas similares.

El futuro de la industria musical no contempla un retorno del LP, pero éste sigue teniendo un mercado que le dará vida por un buen tiempo. Según www.bbcmundo.com, en 2008 se vendieron 1,8 millones de LP's en Estados Unidos, 80% más que el año anterior. Mientras tanto, en España, las ventas de acetatos crecieron 400% en un año -de acuerdo a un reporte del diario El Mundo.

Aunque en el país no hay datos disponibles, en las calles de Caracas algunas tiendas (sin contar los comerciantes informales) son visitadas por fieles compradores, prueba viviente de que el vinilo se volvió un artículo de culto, un objeto de deseo, un icono cultural que, con el paso del tiempo, retumba con nitidez. Al menos para algunos.

LA "INIGUALABLE CALIDEZ" DEL LP
Leopoldo Márquez Muñoz-Tébar es fanático de la música clásica, miembro de la Compañía Nacional de Ópera Alfredo Sadel y facilitador de cursos de apreciación musical. Su colección de discos suma casi 6.000 ejemplares y su afición por compilar LP's comenzó a los nueve años. Hoy tiene 71. Para Márquez, el valor del vinilo frente al formato digital reside en los matices que el oído puede apreciar. "En el LP hay un sonido más cálido, más real. El CD proporciona una pureza técnica, porque no tiene el ruido de "scratch", ese sonido de fritura de huevo característico de los discos de acetato; sin embargo, tal perfeccionismo es frío. Es como cuando escuchas un piano de cola y uno acústico: los dos dan la misma nota y pueden ser de gran manufactura, pero sólo hay un sonido genuino: el del piano verdadero".

"UNA VEZ EN NUEVA YORK GASTÉ TANTO EN DISCOS QUE ME QUEDÉ CON 10 DÓLARES PARA VIVIR DURANTE TRES DÍAS

Como melómano, también otorga otro valor diferenciador. "En sus carátulas, los LP's tienen información más detallada sobre el trabajo del disco. Con la música, y sobre todo con la clásica, es necesaria una guía para entender lo que el compositor e intérprete quisieron expresar". Además, cree que con la decadencia del LP también se ha banalizado el poder de la música. "Las nuevas generaciones se preocupan más por tener la melodía de moda que por comprender el mensaje que da ese sonido. Cada vez más, el ser humano se aleja de la idea de apreciar las cosas y se preocupa sólo por engullirlas y botarlas".

Aunque está digitalizando su colección por comodidad, Márquez insiste en preservar el LP, no sólo como una exótica reliquia. "Cada disco es el registro único de un momento que no vuelve a repetirse".

"DE LA NOSTALGIA TAMBIÉN SE VIVE"
En Caracas, no abundan sitios para conseguir vinilos. Las discotiendas establecidas no importan LP's y las que lo hacían han desaparecido. Como una sobreviviente, frente a la Plaza Candelaria funciona Carrillo Musical, conocida como "el rincón del coleccionista", en la que hay más de 20 mil discos. Néstor Carrillo, su dueño, es quien ha armado tal compilación. "Estoy en este negocio desde hace 50 años. Tengo desde música clásica hasta de Miriam Makeba, Carmen Delia Dipiní o los primeros discos de Los Panchos.".

El local de Carrillo da fe de sus palabras. La vitrina da la bienvenida con un disco llamado Recordar es vivir y en las paredes se mezclan afiches de Pedro Infante con carátulas de Alfredo Sadel. "Aquí se reúnen muchos coleccionistas. Organizamos peñas de discusión sobre intérpretes y géneros. Hay mucha camaradería".

Una camaradería que, según Carrillo, está sustentada en la afición al vinilo. "Para mi el LP tiene mucho valor porque te conecta con lo que añoras. Además, la fidelidad del sonido que da es mayor que la de cualquier otro formato. Si lo cuidas en su bolsita, el vinilo siempre se conserva".

Aunque los LP's se venden desde dos bolívares, Néstor Carrillo señala que son muchos los que se acercan dispuestos a pagar más por piezas raras o únicas.

"EL LP TIENE MUCHO VALOR PORQUE SU SONIDO TE CONECTA CON LO QUE AÑORAS

"Recientemente recibí una carta de un coleccionista de Estonia pidiéndome discos de Los Beatles editados en el país. También me piden mucho los primeros discos que grabó Aldemaro Romero. Esos, por supuesto, valen mucho más".

Carrillo apunta que nunca ha pretendido hacerse rico. Para él, más importante es compartir con otros que tienen los mismos intereses. "De la nostalgia también se vive". Si usted quiere conocer más de Néstor Carrillo, éste es el teléfono: (0212) 571.0932.

LOS CLÁSICOS NUNCA MUEREN
Desde hace 40 años, el periodista Napoleón Bravo es disc jockey radial. Su programa Gente en ambiente (transmitido los domingos por Éxitos 99.9 FM) da cuenta de las melodías que han sido parte de la vida de varias generaciones. Precisamente este trabajo y su gusto por la música popular lo convirtieron en un coleccionista de vinilos. Sus primeros discos los consiguió a los ocho años de edad ("uno de Billo´s y uno de Elvis Presley") y actualmente posee casi 5.000. "Yo los compraba porque me gustaban los artistas y punto. Mucha gente después los botaba, yo los fui conservando".

Pese a esta afición, Bravo no se considera un seguidor purista de este formato. De hecho, no le ve ventajas frente a lo digital. "Para mí no es especial que un vinilo tenga el ruidito característico de fondo. A mí la música me gusta escucharla limpia y un CD se escucha mil veces mejor. Por eso, le di mi colección a un amigo para que la digitalice".

"CONSERVO CON CARIÑO UN DISCO QUE ME FIRMÓ EL PROPIO JOHN LENNON CUANDO ESTUVE EN SU CASA

Para el periodista, el verdadero valor del vinilo es su poder evocador. "Sus carátulas son especiales, porque me recuerdan las vivencias que tuve cuando los compré". Asegura que el LP debe ser conservado por su valor cultural. "Independientemente de si su música es buena o mala, el vinilo es parte de la historia. A mí siempre me pareció ridiculísima aquella canción que decía: 'Yo tenía una luz que a mí me alumbraba…', pero ese disco es valioso porque llenó las expectativas de una multitud por una razón. Así ocurre con todo. El vinilo, como todo lo que hace el hombre, es un reflejo del tiempo en el que fue producido. Por eso es cultura. Y la cultura hay que defenderla".

efcastillo@eluniversal.com

EL DJ Y SU AÑORANZA
Los DJ's son el principal mercado al que van dirigidos los discos de pasta que todavía se fabrican. Sin embargo, al menos en Venezuela, el vinilo se está haciendo una añoranza en este público. Carlos González (o Charlieboy, como se le conoce en el medio) tiene 24 años mezclando. A lo largo de casi dos décadas, los vinilos fueron su instrumento de trabajo, pero hace un lustro dejó de usarlos. "El vinilo es lo que nos identifica como DJ, es el origen de nuestra práctica, pero no podemos navegar contra la marea. A los DJ´s nos gusta tener la música más nueva y lo digital se consigue más rápido y barato. Como el LP se ha vuelto vintage, cuesta de 20 a 50 dólares. Para trabajar, lo digital manda". Según González, a través de la tecnología digital muchos DJ's están manteniéndose cerca del disco de pasta. "Hay software que te permite poner la música como si estuvieses manipulando un vinilo, utilizando los tocadiscos, pero no los acetatos. Esa es una manera de evocar el LP y demuestra la necesidad del DJ de mantenerse en contacto con sus raíces".

PARA LOS CAZADORES DE LP
•Si pensaba botar sus LP's porque no sabe dónde guardarlos, piénselo antes porque su valor monetario podría compensar las incomodidades. Roddy Urbano comercializa vinilos vía Internet y ha podido comprobar lo que puede llegar a costar un disco de este tipo y hasta lo que puede llegar a hacer un aficionado por obtenerlo. "He recibido gente de Japón, Holanda y México, y por lo general pagan 20 o 30 dólares por disco, aunque pueden desembolsar hasta 100 dólares o más". Mayor información por el teléfono (0416) 431.9562.

•Desde hace un año, Luigi Miano colocó un aviso en Internet para promocionar la compra y venta de discos de vinilo. "Compro lotes grandes y los pago a un bolívar o un poco más cada uno". Ya tiene más de 5.000 ejemplares y está especializándose en rock. "Hace poco vendí un LP de Jorge Spiteri en 100 bolívares, pero en Venezuela los coleccionistas son pocos. Estoy armando mi catálogo para comercializar en e-bay y otros websites". Informacion por el teléfono (0212)265.3572 o el email laisladefrank@gmail.com.

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