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Estimados amigos jazzistas:
Muchos jazzistas tuvieron tempranas y trágicas muertes por no todos los fines son trágicos. Artistas como Clifford Brown, John Coltrane, Albert Ayler murieron jóvenes y se convirtieron inmediatamente en mártires. Otros, como Billie Holiday, Chet Baker, Bill Evans vivieron vidas de muerte lenta, vidas que le dieron a su música un toque tan dulce como decadente. Pero hay otras maneras de extinguirse: cuando se vive muchos años de poca productividad o caer en el silencio.
Si Grachan Moncur III hubiera perecido hace 40 años en una accidente automovilístico, ose hubiera convertido en uno de los poetas junkies del jazz, es posible que hoy sería una leyenda. Sólo los estudioso del jazz lo conocen, hoy es un totalmente desconocido por la mayoría del público amante del jazz. Pero en la década de los 60 y principios de los 70, Moncur era una estrella de la escena mundial del jazz de vanguardia y altamente cotizado. Su único rival era Roswell Rudd, cuyo estilo era más gregario, el de Moncur más apagado.
Hoy Moncur vive en las afuera de Nueva York, en Newark, es padre de seis hijos, enseña su instrumento y es el compositor residente de la Community Arts Center de su ciudad. En lo que respecta al jazz, dejó de existir. Moncur tiene 66 años y admite que desapareció.
El trabajo de Moncur ha sido registrado en gran parte por el sello Blue Note, y gran parte de éste lo hizo en compañía del saxofonista Jackie McLean. Este trabajo ha sido editado recientemente por el sello Mosaic en un álbum de tres CDs. Es de esperar que este proyecto le devuelva su nombre y le sirva para reestablecerse y exigir el lugar que se merece en la escena actual
Grachan Moncur nació en Nueva York en 1937 y a los once años decidió aprender a tocar el trombón. Cuando estaba en el colegio participó en una jam session con Art Blakey y los Jazz Messengers y estableció amistad con el saxofonista alto de ese grupo, relación que sería primordial en su carrera: el saxofonista era Jackie McLean.
Después de algunos años, en febrero 1963 se unieron e, inspirado por Moncur, formaron un conjunto, reclutaron a músicos jóvenes desconocidos: Tony Williams, Bobby Hutcherson y Eddie Khan, batería, vibráfono y contrabajo y se presentaron en varios lugares en Nueva York, especialmente en Brooklyn en el club Blue Coronet. Poco después entraron al estudio y grabaron “One Step Beyond,” el que recibió elogios de la prensa. McLean y Moncur, junto a Hutcherson grabaron dos discos más ese año: “Destination Out,” con Roy Haynes en batería y Larry Ridley en bajo; y “Evolution,” la obra maestra de Moncur, una suite de cuatro de sus composiciones interpretadas por un conjunto liderado por él con Williams nuevamente en batería y Bob Cranshaw en bajo al que agregó la trompeta de Lee Morgan.
Las composiciones de Moncur fueron esenciales para el éxito del grupo con McLean. Algunas tienen un enfoque programático en el que enlaza imágenes con sonido, utilizando los conocimientos adquiridos en la Julliard donde estudió composición para el cine. El tema que inicia nuestro segmento dedicado a Moncur este domingo es “Ghost Town,” [Pueblo Fantasma] que dura más de 14 minutos en el que nos pinta donde aparece un cuadro musical como por arte de magia un cuadro con un sentido de gran desolación. En largos pasajes lo único que escuchamos son notas, tonos y reverberaciones del vibráfono, tambores y platillos, semejantes al sonido de pasos en una calle aparentemente desierta.
Otro tema que oiremos de ese año es “Monk in Wonderland” Monk en el país de las maravillas, en honor al pianista y compositor Thelonious Monk, quien tuvo una importante influencia en su estilo de compositor. Moncur siguieron sus carreras separadamente y se reunieron años después, en 1967 y grabaron dos LPs, “Hipnosis” y “ Bout Soul”, que son los dos último que Moncur hizo antes de sumirse. Del primero escucharemos el tema del mismo nombre.
AVISO: El saxofonista Norteamericano David Pérez junto a un grupo estelar: Carlos Cortes, batería, Nicolas Vera, guitarra y Roberto Lecaros, contrabajo, los invitan a una inolvidable sesión de jazz en el Thelonious Bar de Bellavista este sábado 1 de noviembre a las 22:30
Saludos,
Roberto