lunes, noviembre 17, 2008
MARKOLINO DIMOND
- BRUJERIA
- MI IRMITA
- AGUARDIENTE
- TIENE SABOR
- MARIQUITA
- YO NO TENGO PENA
- EL BARRIO
Mark Alexander Dimond, Markolino como lo bautizaron sus colegas de la época, nació en 1950. Era Norteamericano y vivía en el Lower East Side al Sur Este de la Gran Manzana con su madre y su hermana mayor.
Su Madre era trabajadora Social del New York City Welfare Department, y su hermana estudiante universitaria. Markolino siempre hablaba de su padre. Decía que era un negro cubano de apellido Dimond, pero ninguno de sus compañeros y amigos de la época lo conoció.
Mark estudió algo de música siendo un niño, pero principalmente era autodidacta. Podía leer música y escribir partituras. Sólo le tomaba escuchar un tema, o tocar el papel una vez y se lo aprendía para siempre. Pero desde adolescente le gustaban las drogas, principalmente la heroína. Cuando se trataba de drogas, Markolino no podía controlarse. Esto lo cuenta Andy Harlow, uno de sus amigos desde que comenzaron a tocar juntos en el Sexteto de este en 1966, gracias a la gestión de un vecino y amigo de Markolino, Ismael Miranda.
Cuenta Andy Harlow que él estaba acompañando a su hermano Larry en un Club en Brooklyn donde este estaba tocando, llamado el “3 en 1”, y salió del local para tomar un poco de aire cuando se le acerca este chico pequeño, quien se presenta y le dice: “Escuché que está formando una banda…Yo soy cantante, toco las tumbadoras, las maracas y además escribo canciones…Y tengo un amigo en mi cuadra en el Lower East Side que toca el Piano” Este chico adolescente era Ismael Miranda y su amigo pianista de la cuadra, Mark Dimond. Ismael tenía 17 años, Mark 16 y Andy Harlow unos 20. Ismael ayudó a Harlow a terminar de conformar la banda e incluso consiguió que tocaran su primer “Gig” en el JJ Club en la calle 80 con Broadway. Así comienza Markolino a desarrollar su talento profesionalmente. Algún tiempo después, Ismael se va con la Orquesta del Timbalero Joey Pastrana y consigue su primer gran éxito “Rumbón Melón”. Dimond pasa a ser el Pianista de la Orquesta de Willie Colón.
Para la época de su primera grabación importante, el disco “The Hustler” con la Orquesta de Colón en 1968, ya Markolino era un pianista genial, y lo deja evidenciado en el tema que le da el nombre al disco (donde hace alarde de la independencia de sus manos) y en “Guajirón”, una guajira donde Markolno construye un montuno a contracorriente con el bajo y además hace un solo, aún hoy clásico entre los pianistas de Salsa. Pero además de ser un gran pianista, también es un adicto. Y toda la carga que eso implica viajaba con él: Irresponsabilidad, impuntualidad y problemas con el manejo del dinero, entre otros.
Para el segundo disco de Colón, “Guisando / Doin’ a Job” de 1969, Markolino compone un tema agrio y oscuro por su sonoridad, pero paradójicamente lleno de ingenuidad. El tema “Te están Buscando”:
Según su propia canción, a Markolino lo anda buscando la policía (La Jara). Además es un "fumanchú", un fumón. Al final el verso menciona el papel de bambú, o el “Bambu Rolling Paper” comunmente utilizado para envolver cigarrillos de Tabaco y Marihuana.
En esta época, la Orquesta de Willie Colón comienza a ser manejada por el conocido empresario musical y Manager de muchas orquestas de Salsa, Richie Bonilla. Para el siguiente disco, “Cosa Nuestra” de 1971, se producen cambios en la Orquesta. El Profesor Joe Torres es el nuevo pianista, Louie Romero se hace cargo del timbal y José Mangual Jr del Bongó. Bonilla comentó en una entrevista a una revista que la primera vez que escuchó la Orquesta de Colón a petición de Héctor Lavoe, esta le gustó mucho, pero que estaba llena de drogadictos. “El gran Pianista Mark Dimond era un drogadicto” dijo Bonilla.
Markolino emprende entonces un proyecto propio, y ese mismo año 1971, graba un disco con su grupo, llamado Conjunto Sabor. Esta producción marcó el debut de un joven cantante nacido en Ponce llamado Angel Canales. El disco “Brujería” contiene ocho temas compuestos y arreglados por Dimond, y sin duda es de lo mejor de la Salsa dura de todos los tiempos. Pero la adicción de Markolino se interpone de nuevo y hace que sus propios compañeros decidan prescindir de su talento. El Conjunto continúa ahora bajo el liderazgo de Canales.
Por esas cosas de la industria, este disco es reeditado años después, cuando Canales ya gozaba de prestigio en el ambiente salsero por su particular estilo de cantar, y le cambian la carátula a “Angel Canales / Mas Sabor”, obviando por completo a Dimond de los créditos.
En el año 1972, Markolino trabaja de manera itinerante con la Orquesta Dicupé, tras la salida de su Pianista Luis Esquilín, tal como lo contó el bongocero de la mencionada orquesta, Mario Librán: “Markolino tocó mucho con nosotros pero era un problema porque siempre llegaba tarde. En esa época tocaron muchos, pero Markolino fue el que más tiempo se quedó”. Dimond no llega a participar en el segundo disco de la Dicupé de 1974.
Ese año ’74, Markolino es invitado para grabar el piano en el primer disco como solista de Héctor Lavoe, “La Voz”, el cual vería la luz en 1975. El disco abre con “El Todopoderoso”, un tema lleno de vitalidad donde Dimond parece agradecer su talento a las alturas. Además en ese disco graba su solo mas popular entre los melómanos, el de “Rompe Saraguey”. También en 1974 participa en el primer disco como solista de Ismael Quintana, grabando un par de temas de los cuales se destaca “Mi Debilidad”, donde Dimond graba un solo imponente que, una vez más, describía su personal estilo de tocar el piano. Este par de grabaciones con artistas de Fania nos hace pensar que esta es la época en la que Jerry Massucci y Johnny Pacheco alineaban a Markolino en la Fania All Stars, en algunas ocasiones en que Larry Harlow no estaba disponible, antes de la entrada del maestro Papo Lucca como Pianista regular de la Orquesta.
El año 1975, sin duda, representó la cúspide en la carrera de Dimond. Ese año completa el proyecto más importante de su carrera. Primero porque sería el último disco de Salsa que grabaría con una Orquesta reunida y liderada por él. Segundo, por la química y explosiva combinación de músicos convocados: Todos latinos en la sección rítmica y todos Norteamericanos (a excepción de Reinaldo Jorge) en los metales. El resultado: una joya musical que está en el cénit de lo que es la Salsa como concepto musical: Latinos y Norteamericanos aportando ritmos y armonías para producir una expresión única e irrepetible. De este disco el tema “Por Qué Adoré”, compuesto por Tite Curet, y cantado por Chivirico Dávila, se ha vuelto objeto de culto por parte de los melómanos.
Paradójicamente ese mismo año, Dimond emprende un proyecto personal de Rock y R&B llamado “The Alexander Review” donde toca los teclados y canta. En este proyecto participaron músicos de la talla de Eddie “Guagua” Rivera, Ray Maldonado, Tom Malone y Barry Rogers, solo por nombrar algunos. Este disco no fue bien recibido. Dicen que esta crítica negativa lo afectó mucho y contribuyó definitivamente a su distanciamiento de los estudios de grabación.
En 1976 reaparece brevemente en los estudios, solo para participar en proyectos de dos de sus amigos. En “Latin Fever” de Andy Harlow, arregla y toca el Piano en “Las Mujeres”. Nuevamente deslumbra con un solo en lo que es el mejor tema del disco. En “Los Salseros de Acero” de Frankie Dante y la Flamboyán, Dimond tiene una lamentable participación tocando sintetizadores, muy distante de lo que habían sido sus trabajos anteriores.
A partir de ese año, Markolino se desvanece del ambiente musical. Nueve largos años se mantiene desaparecido, alejado de los estudios y de la música. Ni sus colegas, ni sus amigos más cercanos conocían de su paradero.
Es en 1985(*) cuando se presenta sin aviso y con muy mal aspecto en la casa de Andy Harlow en Miami, quien se había mudado a esa ciudad en 1977. Andy estaba trabajando en un proyecto llamado “Miami Sessions” junto a su hermano Larry. Markolino le cuenta que estaba quebrado, viviendo con una mujer en un Motel y que necesitaba dinero. Andy Harlow le da los papeles, le presta un pequeño Piano Eléctrico y le pide que le haga los arreglos del disco. Dimond regresa con los arreglos, toca todos los temas en la grabación a excepción de “Philadelphia Mambo” grabado por Larry Harlow, cobra el dinero y se marcha para siempre. Tres temas de ese disco registran los solos de despedida de la carrera de Markolino: “Decide tu”, “Nadie da Nada” y “Mortifica”. La luz de su talento brilla, pero el alma ya no está allí. En algunas frases se oyen citas a solos anteriores, como si sintiera que el final estaba cerca.
Andy Harlow no supo mas de él, hasta que aproximadamente un año después, recibe una llamada de la madre de Dimond, ahora retirada y viviendo en Augusta, Georgia. Markolino había muerto en el área de San Francisco / Oakland, donde finalmente se había reencontrado con su padre cubano. Consiguió un trabajo en un Centro Comercial, en una tienda de pianos como vendedor. Había logrado componer un poco su vida, pero un día colapsó en la tienda a causa de una sífilis cerebral no diagnosticada que, seguramente, estaría padeciendo durante años.
Según Andy Harlow, mucha gente trató de ayudar a Markolino en su Vida: Su madre, sus amigos. Incluso Jerry Massucci. Pero el destino de Dimond ya estaba escrito. Mark Alexander Dimond murió prematuramente a los 36 años, como consecuencia de su adicción a la heroína. Alejado de la música y con un talento que siempre impresionó a sus propios colegas, y que tenía muchísimo más que dar. Su música, vivirá por siempre.
(*) Según cuenta Andy Harlow, Markolino se presentó en su casa en Miami en 1985 cuando el preparaba el disco Miami Sessions. Puede haber alguna confusión porque el disco en referencia tiene fecha 1988. A menos que se haya grabado en 1985 y lanzado al mercado tres años después.
Por Alejandro Marquis, especial desde Venezuela para SalsaJazz.com
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