domingo, enero 10, 2010
MALAGONIKUS DAYS
Los discos de vinilo viven una segunda juventud gracias a los coleccionistas y a los músicos que reeditan sus trabajos en este formato. El elepé de siempre regresa con fuerza. Le quedan muchas revoluciones que dar: por lo menos 33 cada minuto.
En el año 2009 el planeta música está tomado por dos aliados: el mp3 y el iPod. El CD pierde la guerra a pasos agigantados, pero un viejo ejército resurge con fuerza. El vinilo. Sus ventas en nuestro país, a excepción del año pasado, no han parado de subir y cada vez se compran más tocadiscos. En Estados Unidos se han vendido medio millón de vinilos más que en 2008.
El traqueteo, el polvo que va a cumulando, la limpieza de la aguja, todo forma parte de un ritual que algunos echaban de menos y vuelve con fuerza.
Lorenzo Feliu regenta una conocida tienda de discos en el centro de Madrid. Certifica que "aunque ahora hay menos tocadiscos, sí que se venden más discos".
Unos por las portadas, otros por nostalgia, el crítico y coleccionista Diego Manrique explica el fenomeno aludiendo al "fetichismo esencial de cualquier comprador que quiere tener algo bonito, especial, que no tenga todo el mundo".
Los coleccionistas y sobre todo los DJs han mantenido vivo el mercado. El viejo disco desapareció porque teóricamente el CD ofrecía un sonido perfecto para siempre, pero el tiempo ha demostrado que no era para tanto. "Se rompen y se degradan fácilmente", apunta Manrique. También es cierto que los vinilos tienen sus contras. Son más caros y más incómodos que el formato digital.
Ya no es antojo de ‘pinchadiscos’, objeto de culto, cháchara de nostálgicos ni capricho de ‘reto’. El vinilo vuelve, y esta vez, los datos lo corroboran: un artículo publicado por ‘The New York Times‘ esta semana que las ventas de vinilo en Estados Unido han mejorado un 35% en el año que termina, lo cual confirma una tendencia que ya se apuntaba a principos de 2009.
A mitad de la década de los 80, el CD empezó a sustituir al vinilo, y aunque desde entonces ha habido varios conatos de regreso, la industria musical ha ido dejando de lado a los amantes del disco. Hoy, en plena crisis de un sector enfrascado en el interminable debate sobre los derechos de propiedad de las obras culturales, discográficas y autores vuelven a sus orígenes.
El renacimiento de vinilo emana tanto de los músicos como de los aficionados, en busca de algo más tangible que sólo escuchar música en un archivo digital, aseguró el copropietario de Criminal Records, de Toronto, Paul Simcoe. "Apoyaré a un artista hasta el final de los tiempos, pero todavía tengo un problema inmenso al comprar algo que no puedo ver", agregó.
En opinión de Coyne, de los Flaming Lips, el vinilo aparece ante los sentidos de los aficionados de un modo en que no lo hacen las descargas digitales, al suministrar notas coloridas, pósters u otros artículos visuales que las descargas no tienen. Su banda empaquetó incluso sus DVD con álbumes de vinilo.
Pero lanzar un álbum de vinilo presenta desafíos a los músicos que no existen con los CD o archivos digitales, dijo David Read, de Vinyl Record Guru, una fabricante de equipos con sede en la isla de Vancouver, Canadá.
Los usuarios de música pueden descargar archivos y/o copiar canciones digitales en CD y DVD a partir de sus propias computadoras, pero los comprimidos de vinilo son difíciles de encontrar.
Además, muchas bandas quieren lanzar sólo unos cientos de copias de vinilo, mientras que las cubiertas de vinilo deben ser pedidas en cantidades mínimas de 500 unidades.
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