viernes, enero 04, 2008

ROBERTO FAZ


A 90 años, ROBERTO FAZ MONZÓN

Raúl Martínez Rodríguez| La Habana

Roberto faz en la Corte Suprema del arte CMQ

Nació el 18 de septiembre de 1914 en el pueblo de Regla. Sus padres fueron Pascual Faz y Angelita Monzón. Perteneció a una familia muy humilde de tres hermanos y Roberto tuvo que batallar mucho para convertirse en un cantor de música popular de renombre en Cuba y en el extranjero. A los 13 años de edad (1927) integraba el Conjunto Champan Sport y más tarde el Tropical y Ricardo Cabana donde ejecutaba las maracas, el güiro, el timbal y el contrabajo. Es la época en que fue orientado por los músicos tresero y trompeta Juan Suárez y el que sería famoso Félix Chapottin con los cuales obtendría los secretos del son cubano.

En 1930 Roberto Faz era parte del Septeto Ultramar organizado por su padre y dos años más tarde (1932) ya era vocalista de las Orquestas Copacabana, Continental y poco después en el Grupo Habana. En 1935 en el famoso cabaret Sans–Souci actúa con la famosa Orquesta Hermanos Palau donde el estilo de Roberto Faz comienza a ser notorio. A partir de 1936 no solo canta sino también es un excelente ejecutante de percusión como el bongó, las congas y pailitas criollas en las Orquestas Cosmopolita donde actuaba en los programas de Radio Cadena Habana y CMQ con la Banda de los Hermanos Lebatard.

En 1941 es cantante y percusionista en el Hotel Nacional con la orquesta del maestro Osvaldo Estivill en compañía del cantante Tito Gómez y tres años más tarde es cantante oficial del famoso conjunto Kubavana con el que actuó en el cabaret Zombie Club y realizó sus primeras grabaciones comerciales como la guaracha “No me importas tú”, de Mario Recio, y el bolero “¿Por qué te vas tan pronto?”, de Hugo Cruz, entre otras. Pero su verdadera consagración la logra en 1944 cuando es llamado por el cantante y director Roberto Espí para cantor en su Conjunto Casino, donde con el tiempo se convirtió en su vocalista más significativo y popular. Con dicha agrupación Roberto Faz realizó sus primeras giras al exterior, Puerto Rico, Venezuela (1945–1946) y poco después a Tampa, Cayo Hueso, Panamá y México, país en el que es muy conocido por sus grabaciones para la RCA Victor y desde 1948 para la Panart de Cuba.





Roberto faz y su Conjunto en Cabaret Ali Bar Club 1957


Desde 1950 Roberto Faz y el Casino con su mitológico trío de voces de Espí, Faz y Robot, y más tarde por Rolito y Reyes logran grandes triunfos en toda Latinoamérica. La voz potente, clara y aguda, plena de musicalidad de Faz, se llegó a convertir en una de las más afamadas dentro del son, la guaracha y de manera muy especial en el bolero. Se recuerdan muchos títulos famosos con el Casino como “Realidad y fantasía”, de Cesar Portillo de la Luz, “Quiéreme y verás”, de J. A. Méndez y la guaracha “Que se corra la bola”, de A. Ruíz.

En los primeros años de la década del cincuenta actúa con el Casino en principales programas de la televisión cubana.

El 1956 Roberto Faz funda su popular conjunto con algunos músicos del Casino y los cantantes Orlando Reyes y Loelangel Rodríguez haciendo su debut en los salones del Liceo de Regla, su pueblo natal. Y después actúan en el Hotel Sevilla Biltmore, en el Casino Deportivo, el Stadium Tropical y el conocido cabaret Alí Bar Club, junto a Fernando Álvarez y haciendo dúo con el gran Benny Moré.

En 1957 hace su primer larga duración con su agrupación para los disco Panart de una factura excelente en grabación y musicalmente. La voz de Faz y su conjunto tienen un éxito rotundo especialmente con el bolero “Comprensión”, de C. Doval y los sones “Como vivo en Luyanó”, de R. Barrera y “Cositas que tiene mi Cuba” de P. Zalazar. En 1966 Faz y su conjunto llegan al clima de la aceptación popular grabando dentro del estilo de los conjuntos de sones el denominado ritmo dengue. Obras como “Dengue de la cana”, de Montero y Castillo y del propio Faz, “Dengue en fa”, con un ritmo arrollador.

El sonero Roberto Faz con su presencia fraguaba optimismo y alegría. Sustentaba toda su musicalidad probada en su afinación, ritmo y extensión vocal, así como su rica improvisación en guarachas y sones montunos. La excelente voz de Roberto Faz se encuentra registrada en cerca de cuatrocientas grabaciones, todas nutridas del son de los años treinta, las que constituyen un ejemplo de la música popular cubana hasta nuestros días.

Roberto Faz falleció el 26 de abril de 1966 en la Ciudad de La Habana.

Roberto Faz, la voz reglana de los cubanos
RAFAEL LAM

Roberto faz interpretó boleros, guarachas, sones, pachangas, dengues, mozambiques y hasta incursionó en el feeling. Los conocedores de la música cubana lo calificaron como el único blanco en cantar sones en su época.

En EL 2006 se conmemorO en Regla y en Cuba varios acontecimientos musicales: Roberto Faz el 26 de abril cumplió 40 años de fallecido. Y el 4 de febrero se celebró el 50 cumpleaños del estreno del conjunto de Roberto Faz en el Liceo de Regla. También hace 40 años que Faz difundió en Cuba el ritmo dengue, creado por Dámaso Pérez Prado.

El ultramarino pueblo de Regla cuenta con muchas figuras musicales: Francisco Albo Salazar –siglo XIX- (Pancho Majagua), Mario Romeu, Tania Castellanos, Emelina López y Sergio Farías, y Antonio Arcaño residió un buen tiempo en esta localidad.




Roberto Faz nació en Calixto García 62 entre Céspedes y Agramonte. Está inscrito entre los grandes cantantes soneros y boleristas de Cuba, y se le conoce como la voz del pueblo ultramarino de Regla, su querido rincón habanero. Naturalidad, carisma y sencillez lo hacían uno de preferidos, en casi todas las encuestas.

Su origen fue muy humilde y desempeño diversas labores, entre ellas las de conductor de ómnibus y cantinero. a la vez que descargaba, guitarra en mano, por los bares de su pueblo; eran los días gloriosos de la explosión del son en la capital. Aunque también en la zona de Regla y Guanabacoa había un ambiente folclórico de toques y cantos de bembé de las potencias ñáñigas; unido a las rumbas y congas de comparsas que eran un plato fuerte en esta zona.

El doctor Carlos González describe a Roberto Faz: "bajito, ojos color castaño, cabeza grande –le llamaban cariñosamente el cabezón-, mucho pelo, castaño claro y a menudo con bigote. No era grueso, ni delgado, aunque por su estatura daba la impresión de ser más bien envuelto. Tez blanca y sonrisa fácil. Le faltaba un dedo en la mano izquierda. Donde quiera que se presentara había lleno total, pues era muy querido por su pueblo".

Para ponerse a la moda de la época se integró en 1927 a un septeto infantil llamado Champán Sport, de Carlos Toledo, con el trompetista Félix Chapottín. "Yo le fui enseñando a Robertico –contaba Chapottín- los trucos de la música y el padre me servía un buen almuerzo todos los domingos". Después el Tropical y el de Ricardo Cabana, que organizaba su propio padre, un famoso cartero del pueblo.


"Mi padre Pascual era como un representante mío –me dijo el sonero en una ocasión-, él metía cabeza donde quiera para que yo fuera cantante a toda costa y lo logró. Pero te digo que también aprendí a tocar todos los instrumentos de la percusión, esa era una de las distracciones de los jóvenes en aquellos tiempos".

Ya en 1930 Robertico fue reclamado en diversos septetos como el Ultramar, que también estaba en manos de su padre y ya en 1932 se profesionalizó como cantante en un cabaret llamado Hit. Con ese entrenamiento llegó a cantar en la orquesta Habana, en 1938; en la Cosmopolita, y Los Hermanos palau, en el aristocrático cabaret Sans Souccí, lo más grande del show en aquellos tiempos. En 1939 –cuando se creó Tropicana- llegó a ser artista exclusivo de la CMQ de Prado y Monte.

Se presentó en 1941 en el cabaret del Hotel Nacional con la orquesta de Osvaldo Estivil, en la cual también cantó Tito Gómez. Y en 1944 se encontraba nada menos que con Alberto Ruiz en el conjunto Kubavana, que actuaba en el cabaret Zombie Club de Zulueta entre Trocadero y Ánimas, el antiguo Edén Concert. Robertico era un estilo que influyó a casi todos los boleristas en la manera de cantar: fluida, callejera y natural, y que seguirían Orlando Vallejo, Fernando Álvarez y muchos más.

En ese mismo año de 1944 llegó para Roberto Faz la gran oportunidad de su vida: el conjunto Casino de Roberto Espí, con las voces de Rolito Reyes y Agustín Ribot; un ensemble que haría época en salones y sociedades cubanas.

"En el Casino coloqué éxitos con boleros, guarachas y canciones de los filineros como Quiéreme y verás, y Realidad y fantasía, de Portillo de la Luz; A romper el coco, guaracha de Otilio Portal, y Que se corra la bola,(guaracha de Alberto Ruiz.

Con el Casino viajó a Estados Unidos y América Latina. En 1948 grabaron para la RCA Víctor; dominaron la radio y la televisión. Se mantuvieron un tiempo en la marquesina del Hotel Saratoga y en Radio Cadena Habana, la emisora musical de Cuba.

Todo eso fue hasta el fin de año de 1955, en que el Casino tuvo cambios en su elenco. Roberto Faz organizó entonces su propio conjunto, con el cual debutó el 4 de febrero de 1956, durante un baile espectacular en el Liceo de Regla, con éxitos como Deuda de Luis Marquetti –apoyados por la Panart- que marcó un hito en el conjunto del reglano. En esa etapa viajaron a Cayo Hueso, Tampa y Panamá, mientras que en 1958 realizaron una gira por Centro y Sudamérica con un soberano éxito.

Estuvieron una temporada en 1957 en el cabaret Alí Bar, donde ya el Benny Moré era el Rey. Hay una foto de ambos que queda para la historia. En 1961 grabó el bolero Comprensión de Cristóbal Dobal, un super éxito; Como vivo en Luyanó, son de René Barrera y Cositas que tiene mi Cuba, son-montuno de Parmenio Salazar.

En la última etapa del conjunto de Roberto Faz se puso de moda en 1966 el dengue con su tiqui tiqui y la llanta de automóvil y el conjunto tomó un nuevo aire: Dengue de la caña, Dengue del pollo, y Dengue en Fa que arrasó en los carnavales habaneros. También asumieron los ligaditos de boleros con el coro de los trompetistas.

El 26 de abril de 1966, en pleno auge del mozambique y el dengue falleció Roberto Faz. Tres años atrás había desapreciado Benny Moré. La década de 1960 tuvo dos bajas muy duras para la música cubana, dos clásicos que decían adiós a las armas.

El musicólogo Helio Orovio cataloga a Faz "con su peculiar voz, una de las figuras más completas y aglutinantes que ha conocido nuestra música popular".

Abelardo Barroso lo definía como "amigo intachable y uno de los mejores soneros".

Tito Gómez: "El mejor sonero blanco que dio Cuba".

Miguelito Cuní: "Hombre, amigo, compañero, como sonero, extraordinario. Fue el primer blanco en cantar sones".

Roberto Espí: "Uno de los grandes valores, su nombre esta al lado de Benny Moré y otras grandes figuras".

Pacho Alonso: "Uno de los cantantes más completos del genero popular".

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