miércoles, febrero 08, 2006
CESAR "PUPY" PEDROSO
El virtuoso del barrio Pogolotti (I)
Luego de tres décadas con Los Van Van, el pianista y compositor César Pedroso dirige su propia agrupación
Por: MARCOS ALFONSOFotos: LUIS TOCA
Si a una persona le encaja el refrán: De casta le viene al galgo, es a César de las Mercedes Pedroso y Fernández, más conocido en el mundo de la música como Pupy. Padre, tíos, abuelo... sabían conjugar notas en el pentagrama.
César Pedroso, Pupy, cuenta de sus avatares por la música popular cubana
El 24 de septiembre de 1946 vio la luz este mulato sonriente, afable, conversador, quien a lo largo de sus 56 años de vida ha sabido captar las vivencias y los avatares del barrio y convertirlos en pegajosa música.
-¿Por qué el chamaco de Pogolotti?
-En realidad no soy de Pogolotti, yo nací en La Timba, otro de los tantos barrios de la capital. Sin embargo, como mis padres tenían que trabajar fui parar a casa de mi abuelo que vivía en ese lugar en el municipio Marianao. Él era músico, flautista. De ahí que mi crianza, desarrollo, todo lo que pude aprender de la calle aconteció allí. Hice un disco titulado De La Timba a Pogolotti, suerte de homenaje a los sitios donde me formé.
Muchos talentos de la música popular cubana surgieron del seno de aquella barriada: Dagoberto González, violinista de la Aragón; Oscar Valdés, actual director del grupo Diákara y excelente percusionista; los Papines...
César Pedroso padre (Nené) era pianista, y "todo lo que más o menos conozco de la música se lo debo a él". Tocó con la Sensación y hasta su fallecimiento lo hizo con Chapottín.
-¿Cómo te inicias en la música?
-En mi casa siempre hubo piano, incluso la gente de la orquesta de Arcaño iban a ensayar allí... Hacían descargas Cheo Marquetti, Abelardo Barroso, Rafael Ortiz, Félix Reina... Con cinco o seis años aprendí con un dedo Inolvidable primavera. A los 12, comencé a estudiar el instrumento en el conservatorio Amadeo Roldán.
"En la secundaria, en el aula de música, había un piano y en el recreo yo empezaba a tocar tumbaítos. Cierto día un compañero de estudios me dijo: ‘Oye Pupy, allá en el pueblo de Santa Fe hay una orquesta en la que andan buscando un pianista’, y a los dos días se me apareció el director y me oyó. Pasé esa primera prueba.
Al concluir el noveno grado padres y abuelos concluyeron: "¡Escoge, o la música o el preuniversitario!" Siguió en el conservatorio. El viejo César Pedroso acudió a apreciar la primera función de la orquesta donde tocaba su benjamín. Al finalizar la actuación sentenció: "Están bien, quien no sirve es el pianista". Aquella lección le demostró a Pupy que era apenas el comienzo.
Con el tiempo y los avances sobre las teclas Nené de vez en cuando lo enviaba a hacer suplencias en diversos grupos, "donde muchas veces no di la talla. Eso me obligó a estudiar duro"
Ingresó en el conjunto Cuba Nueva, bajo la dirección de Fernando Álvarez. Para entonces, ya sustituía a su papá en la Sensación y Chapottín. En junio de 1964, con 22 años, quedó fijo con la orquesta Fascinación.
Cuesta arriba
Una noche, al concluir una presentación en Radio Marianao, se le apareció Elio Revé a buscarlo. Por el camino, el creador del Changüí, le dijo: "Queremos probarte". Al llegar al estudio se sentó al piano y tocó Yo soy el Changüí, y pasó a integrar el Charangón.
Durante una actuación en el centro El recreo. Los bailadores marcan el termómetro del grupo
De Revé, recuerda: "Era una persona formadora, pedagogo por naturaleza. Tenía mucha iniciativa y conceptos muy elevados sobre la organización y la disciplina. Musicalmente siempre estuvimos muy identificados. Él me decía: ‘¡Pupy, coge ahí!’, y tarareaba el tumbao... y montábamos el número. Era un hombre de unos sentimientos muy grandes.
-¿Cómo nacen Los Van Van?
-Por entonces yo era el director musical. Un buen día Revé se apareció con Juan. Él entró con una serie de inquietudes y de aquella época son números como La chica solitaria, El martes... Todo funcionó de maravillas hasta que llegó lo inevitable, la separación, incluso, en momentos donde el Charangón estaba en los primeros planos de la popularidad con números como ¡Qué bolá, qué bolón!; Te lo gastaste todo, Revé...
El nombre surgió mientras laboraban en la limpia de la caña en el central Habana Libre, cerca del poblado de Caimito. Durante un receso en medio del campo donde estaban Formell, Pupy y José Luis Martínez, cantante, Juan sugiere: "Tiene que ser algo que suene fuerte fonéticamente, ¡bang!"...
"Cuando él pronuncia esa última palabra, digo: ‘¿Qué tal Los Van Van?’ Estuvimos de acuerdo."
La primera actividad masiva fue en La Rampa, frente a la fuente del Hotel Nacional. A los cinco meses, el 14 de mayo de 1970, una gira por Francia, Japón y la antigua Unión Soviética. Luegose crearon temas más propicios para los bailadores y Formell le "dio bola franca" a Pupy para componer. Ahí nace El bate de aluminio...
El songo y algo más
Inicialmente Formell lo escribe. "La rítmica se hace en la cáscara de la batería (aro). El piano semeja los golpes de un tambor africano batá. Percutivamente, el ritmo lo perfeccionaron Raúl Cárdenas (Yuro, ya fallecido) en la tumbadora y José Luis Quintana (Changuito) en la batería, cuyo aporte fue fundamental. "En mi caso particular hice un cambio en los tumbaos durante la interpretación pianística. Pero la concepción es de Juan".
-¿Cronistas de lo popular?
-Sin dudas está el genio de Juan Formell. La orquesta en realidad viene a darse a conocer internacionalmente a partir de los años 80. Ahí nacen números como Se acabó, se acabó, la Sandunguera... Se trata de hacer la crónica de la vida y, por qué negarlo, también hice mis aportes.
A la hora de componer, Pupy prefiere la soledad
Aunque César Pedroso no lleva la cuenta tiene en su haber como compositor más de un centenar de números, muchos de los cuales han tenido pegada en la preferencia popular. Canciones tales como: Seis semanas, Azúcar, Después que te casaste, Tranquilo Mota, Fallaste al sacar tú, El buena gente, inspirado en Pedrito Calvo, el cantante sello de Los Van Van, Ya tu campana no suena, Discúlpeme, señora, Cuatro años de ausencia (dedicado a los médicos internacionalistas)... De la última etapa Bombón y caramelo, El negro está cocinando, El yerbero, Temba, tumba y timba.
Para Pupy Van Van fue como una escuela dentro de la enseñanza
total que representa la vida. Él la cursó durante 30 años. Haber laborado junto a Elio Revé, primero, y Juan Formell, después, le sirvieron para aprender a llevar las riendas de una agrupación.
-¿Y Los que Son, Son?
-Llega un momento en la vida donde los hombres deben de probarse. César Pedroso no constituye una excepción. Salvo José Luis Quintana (Changuito) la mayoría de Los que Son, Son está compuesto por músicos jóvenes. "Es como empezar de nuevo".
En apenas nueve meses, sin renunciar a los orígenes, Los que Son, Son, sientan un precedente. "Y no solamente cuando tocamos en alguna plaza tradicional de bailadores". El público corea sus números. Es una labor cohesionada donde están presentes, además, los barrios, "termómetros vivientes de lo popular".
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