martes, agosto 30, 2011

80 AÑOS DE JAZZ AFROCUBANO (1931 - 2011)



80 años de Jazz Afrocubano (1931-2011)
Por Roberto Carlos Luján*
El investigador cubano Cristóbal Díaz Ayala publicó en 1998 el libro Cuando salí de la Habana, con un disco compacto incluido, en el cual se revelaba la existencia de una versión del célebre número St. Louis blues realizada en Nueva York por la orquesta Hermanos Castro de Cuba en 1931. Para Díaz Ayala dicha grabación constituye el primer caso deliberado de fusión entre las músicas cubanas y norteamericanas, al menos en términos de grabaciones discográficas. Entre esta grabación y la creación de la pieza Tanga en 1943, existe un poco más de una década en la cual se realizaron ensayos, experimentaciones e intentos por unir bajo un solo discurso dos lenguajes musicales complejos y hermanados por los antecedentes de su histórico y forzado tránsito migratorio.

Diferentes historiadores han revelado la presencia de diferentes músicos latinos en importantes formaciones dedicadas a interpretar jazz en New Orleans, a partir de la última década del siglo XIX y durante los primeros decenios del siglo anterior. Al parecer, según históricas grabaciones, ninguno de esos músicos tuvo incidencia en el emergente jazz afrocubano practicado y desarrollado básicamente por una generación posterior de músicos. Durante los años de la década de 1930 se produjeron grabaciones musicales en Nueva York, las cuales realizadas bajo la dirección de diferentes líderes latinos y norteamericanos utilizaron deliberadamente músicas cubanas, incluso puertorriqueñas.

Sin duda alguna, debe ser diferenciado el jazz afrocubano del cubop. El primero fue trabajado en un primer momento interpretativo con toda la influencia del Swing interpretado por las jazz band norteamericanas. Por su parte, el cubop aunaba a su moderno y específico lenguaje musical el profundo ritmo de la tumbadora afrocubana. En Cuba la práctica y desarrollo del jazz constituía una escena significativa, representaba una tradición enriquecida con el trabajo de Armando Romeu, René Touzet, Chico O’Farrill, Bebo Valdés y Felipe Dulzaides, entre otros. El influjo determinante de las diferentes bandas de jazz afrocubano y de cubop, se reflejó en el trabajo de jóvenes líderes norteamericanos y latinos con formatos reducidos, establecidos de Costa a Costa en Estados Unidos, tales como Tito Puente, Joe Loco, George Shearing, Cal T’Jader y Pete Terrace, entre otros. Un alto porcentaje de músicos de la denominada escena de la salsa, participaron en muchas grabaciones de jazz latino realizadas por líderes latinos y jazzman del ámbito norteamericano, durante los años de los decenios 60, 70 y 80.

El jazz afrocubano como modalidad interpretativa específica, hace parte de la denominada categoría jazz latino. Históricamente ha sido la más practicada y visibilizada, quizá la única modalidad de orden nacional capaz de competirle su alto predominio sea el jazz brasilero. La práctica de otras músicas nacionales suramericanas aunadas al jazz apenas inicia un despunte significativo, el cual ha de fortalecerse con una alta difusión multimediática. La circulación intensificada de grabaciones antológicas, junto a nuevas figuras y su publicación de discos recientes de jazz afrocubano, sin duda beneficia su vigencia.
Roberto Carlos Luján*
* Sociólogo, realizador radial y articulista cultural.

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