lunes, marzo 30, 2009

MALAGONIKUS DAYS





El Jazz Latino: La perspectiva musical integradora
Por: Roberto Carlos Luján*
El jazz latino es una de las músicas más excitantes surgidas en el siglo XX. En su práctica musical se incluyen los más diversos géneros musicales latinoamericanos. Dichos géneros, hasta hace más de medio siglo no habían sido considerados, de forma decidida, en unión con el jazz y los elementos que le definen, de la manera como se hace actualmente.
En términos de contenido, puede advertirse la presencia de diferentes ritmos afrolatinos en su práctica musical. Dicha práctica, se caracteriza porque logra conciliar en una misma manifestación artística distintos materiales de orden popular, folklórico y clásico, con disimiles intensidades y desarrollos en sus realizaciones. El jazz latino es plural, nunca singular. Es una categoría que abarca de manera global distintas especificidades -en términos de formatos instrumentales, géneros, interpretaciones y desarrollos musicales-, las cuales en la mayoría de países latinoamericanos vienen afianzándose paulatinamente. El jazz latino comprende variantes de enorme visibilidad, las cuales por lo general están asociadas a las distintas nacionalidades de sus géneros, más que al origen de los músicos que las practican. De tal manera, se puede hablar básicamente del jazz afrocubano -el más explorado orbitalmente-, el jazz afrobrasilero -un universo sonoro por derecho propio, históricamente excluido de la categoría general-, y el afroricanjazz -basado principalmente en la bomba y la plena, y en menor medida en la música jibara-.
El jazz latino es una maravillosa manifestación en la cual pueden desarrollarse musicalidades libertarias y transgresoras que escapan, nota tras nota, a la uniformidad de la música comercializada de alta intensidad. El jazz latino, según como se afronte, puede suponer para sus realizadores diversas significaciones, entre las cuales identificamos sin mayor reflexión al menos dos a) la construcción de un proyecto identitario artístico y b) una manifestación musical resistencial y concienciada, para distintas comunidades de músicos que han experimentado un proceso migratorio, desde sus países de origen hacia otras geografías del mundo, en un tránsito nomádico incesante. En tal sentido, el jazz latino es una música afromundial en perpetuo movimiento que confronta al músico, improvisación tras improvisación, con sus ideales y expectativas culturales. El jazz latino precisa del melómano talento y disposición por una atenta y prolongada audición, para su adecuada apreciación. Es por ende, una excelente oportunidad para foguear los distintos saberes adquiridos y acumulados. Una generación reciente de músicos en el continente americano, realiza un ingente esfuerzo por desmarcarse del cubacentrismo y afrocentrismo imperante, reconsiderando músicas y géneros del interior colombiano, de los Andes y los Llanos etc. Con lo cual se abre una perspectiva alterna en ese horizonte que viene sorprendiéndonos gratamente…
* Sociólogo, realizador radial y articulista cultural, Universidad del Valle.

Héroe de la libertad radical musical afrocaribeña
Por: Roberto Carlos Luján*
En 1990 escuché por primera vez a Oquendo & Libre. Desde entonces la profundidad de su musicalidad suscitó nuestro deliberado interés. Su seriedad para enfrentar y comunicar la libertad de la música popular nos voló la cabeza para siempre! Oquendo & Libre se convirtió en nuestra banda de culto preferida del mundo de la salsa.
El 25 de Marzo, hasta hace poco significaba sólo un día de júbilo para la salsa, el cumpleaños de Johnny Pacheco. Esa fecha a partir de este año, representará también una inmensa tristeza para la comunidad musical y melómana del mundo de la salsa, por la desaparición física del percusionista y director de orquesta nuyorican Manny Oquendo.
Súper Manny Oquendo Y Libre**
Manny Oquendo, el mayor de la paila típica criolla en Nueva York, uno de los percusionistas más completos de la vieja escuela de Nueva York, el último gigante de la dinastía de timbaleros directores de orquesta procedentes del Palladium, prolongó la noble tradición cubana de los paileros de fundamento en la babel de hierro durante casi 65 años de vida artística. Su afinación, su cadencia e ímpetu, sus figuras musicales legibles, todo eso hizo parte de la estructuración de sus solos musicales, los cuales se convirtieron en manual de aprendizaje popular.
Individuo de ley y hombre de personalidad admirable por sus irreductibles principios de vida. Fue precisamente por esto que se ganó cierta fama de persona difícil. ¿Pero que es ser difícil? Ser difícil es proceder con un carácter inquebrantable y con la entereza personal suficiente para tomar distancia de aquellos que faltan a la verdad y contemporizan sus actitudes de vida, en evidentes maneras hipócritas de proceder. Eso es vivir la verdadera realidad. Por ello estableció rupturas -¡actitud siempre saludable!- en las relaciones sociales con algunos músicos y agentes culturales. Todo ello se reflejo en el modo radical de desarrollar su musicalidad en torno a la música popular afrolatina. Su posición en el campo de la música, siempre ha sido entendida y celebrada por quienes concienciadamente se han acercado a su quehacer artístico. Fundar, dirigir y sostener una orquesta, en pleno boom comercial de la salsa, con una propuesta diferente que le apostó a la noble e idealizada idea del arte por el arte, sin desvirtuarse a la vuelta de la esquina, es algo que sólo quienes comprenden a fondo su valor pueden admirar incondicionalmente. Por todo ello nos atrevemos a considerar a Libre como la banda más extraordinaria de la salsa, el más grande All Stars de la salsa de barrio de Nueva York. Entre pailazos de conciencia y afinque en cualquier clave José Manuel Oquendo demostró que intentar ser libre, es un proyecto de vida en el cual se articulan indefectiblemente lo personal y lo artístico.
El camino ancho y fácil por el cual transitan quienes proceden hipócrita y deshonestamente, no fue nunca su rumbo, prefirió darse a respetar y tomar distancia de muchas personas y sesiones discográficas, como de aquella históricas All Stars que le llamaban en los 60’s, a las cuales prefería no asistir para no compartir espacialidades con algunos de esos músicos y sus actitudes. Todo ello resintió su alto reconocimiento comercial, aspecto por el cual debió pagar el precio de la baja consideración general. Por eso para músicos integrales como él, el valor y respeto mayor perseguido se centraba en el que sus colegas y melómanos pudiesen otorgarle.
La música salsa no solamente pierde un músico importante, con él desaparece parte de la vitalidad de esa modalidad musical urbana y contemporánea que entendemos como la salsa. La libertad radical de la tradición se pierde poco a poco, y no hay una generación de relevo que pueda resistir las décadas que los maestros como Oquendo convirtieron en escuela musical. Oquendo & Libre, decididamente sintonizado con el espíritu de la salsa dura y al margen de la visibilidad comercializada de la salsa imperante de la época, consiguió practicar mucha de la inmensa música del Caribe.
La música latina no ha sido testigo de una devoción mayor que la experimentada por un músico tan profundo y trascendental como Andy González, por un colega de similares cualidades como Manny Oquendo. Manolo y el compay el compay Andrés, como solían llamarse este par de amigos, se conocieron hace casi cuarenta años cuando coincidieron en la orquesta de Eddie Palmieri. Desde entonces, la amistad y el respeto insondable recíproco posibilitó que se convirtieran en una especie de familia. La familia que se elige en la vida puede ser mucho más importante que la parental, y este es el caso de estos músicos.
Cali postergó tanto la visita de Oquendo y Libre… hasta hacer de ella algo imposible. Lo que no se compadece es el hecho de otorgarle demasiada consideración a unos y tan poca a otros, principalmente cuando éstos últimos la merecen por derecho propio. Esa desigualdad determinante condiciona la mejor consideración de los individuos en el mundo social.
Viva Manny Oquendo y Libre… por siempre!


Wednesday, April 1, 2009
LQ NEW YORK
CLASSIC SALSA WEDNESDAYS
LQ NEW YORK
511 Lexington Avenue & 48th Street, NYC
Doors Open 6pm ~ 21 & Over, ID Required
For table reservations or more information call:
(212) 593-7575

domingo, marzo 29, 2009

HILTON RUIZ



PAQUITO D'RIVERA


CAL TJADER







CAL TJADER



LA MUSICA AFRO DE PUERTO RICO


La música afro de Puerto Rico

Hay dos géneros musicales que se destacan en la música de raíz africana de America Central, ellos son la Bomba y la Plena de Puerto Rico. En el siguiente artículo una mirada a sus orígenes e influencias.

LA BOMBA

El sistema

esclavista español dejaba muy poco margen para la realización del negro

como ser humano. Largas y fatigosas faenas en los campos de plantación,

o en los trapiches del ingenio, condiciones de hábitat infrahumanas,


trato cruel y ausencia de distracciones. En ésas circunstancias quedaba

una sola válvula de escape: la celebración del Día de Reyes, y algunos

domingos en que sonaba el tambor donde se levantaban los cantos de

Bomba.



Sirvió la música para cantar las penas, los sucesos,

los sentimientos del hombre negro en el ámbito cotidiano, que le

imponía la realidad colonial. Más tarde fue instrumento de cohesión y

de lucha contra de su realidad y sus coplas dieron cabida al afán de

libertad.


La Bomba la baila una pareja, en forma teatralizada,

con mímicas grotescas y movimientos sensuales. Su melodía es pastosa,

eufórica y repiqueteada en el tambor, unida a la letra negroide es lo

que más caracteriza a esta pieza del folklore de Borinquen.

Se


cree que este baile llegó a Puerto Rico con los esclavos traídos de

Haití. Con el tiempo fue alterado al francés y español como una

variante de la copla cantada. De hecho, en cuanto a forma se refiere,

la Bomba es igual a la copla. La diferencia es la intención que se le

imprime.
En la Bomba se entabla una especie de torneo lírico entre dos

partes. En un momento dado cesa la música, los bailadores se detienen,

un improvisador recita una Bomba y continúa la música y el baile.

Generalmente, el aludido en los versos de Bomba contesta con otra.



La Bomba es interpretada con dos tambores, llamados bombas (uno mayor

que el otro para tonos diferentes), dos platillos y una maraca. La


Bomba nació en las zonas campesinas, luego se fue trasladando a las

ciudades hasta llegar a las grandes Orquestas de Puerto Rico como

“Cortijo y su Combo” y “El Gran Combo de Puerto Rico”.



LA PLENA

La Plena encuentra sus orígenes en la ciudad de Ponce, en la costa sur

de Puerto Rico. El investigador Félix Echavarría describe el



surgimiento de la Plena así : “Por su gran movimiento agrícola, en

especial por la caña de azúcar, la ciudad de Ponce ofrecía

oportunidades de trabajo no sólo a los boricuas, sino a otros

residentes en islas vecinas del Caribe que migraban a la región

buscando como ganarse el sustento”.



Fue así como John Clark y

su esposa Catherine George, procedentes de la isla de Barbados llegaron

a Ponce. Parte de su escaso equipaje lo constituía una guitarra y un

pandero.

Sin hogar y sin dinero ambos solían cantar en la Joya del

Castillo, lugar que marcaba el comienzo del sector de los suburbios.

Su música tenía una cadencia diferenta a lo que se escuchaba en la Isla

en ese tiempo, era una especie de Calypso primitivo. Se caracterizaba


por su sencillez y la repetición de dos partes interminablemente. Como

sea, varios músicos que compartían los ratos de ocio con los Clarck

fueron sembrando la semilla de la Plena en la isla de Puerto Rico.


La Plena está emparentada con el romancero español, el calipso, el

porro y el merengue. Hay una versión más lenta que algunos llaman Plena

de Salón.


La Plena es el periódico del barrio que va

recogiendo lo que va pasando. Tiene una expresión triste-alegre, de

aire agradable y candente. Un ejemplo vivo de la Plena es el tema “El

Negro Bembóm” que ha sido magistralmente interpretado por el grupo

chileno Inti Illimani.


Los instrumentos que se usan son la

pandereta, el güiro, los bongoes, la timba, el cencerro y las maracas.

La parte vocal la interpreta un cantante solista y un coro que le

responde.



PLENEROS DE LA 21



En agosto de 1983 un grupo de músicos amigos, encabezados por Juan Gutiérrez Rodríguez y Marcial Reyes, fundaban, en el entonces Batey borincano, hoy Rincón Criollo en el corazón del sur del Bronx neoyorkino, Los pleneros de la 21, con el propósito de difundir las tradiciones boricuas con estos ritmos.
Formado por tres generaciones de ejecutantes, bailarines y artesanos e intérpretes, Los pleneros de la 21 son ampliamente admirados por la comunidad latina de Nueva York y están considerados hoy como el principal grupo dedicado a estos géneros en los Estados Unidos y de los que cultivan estas sonoridades fueron ellos los primeros radicados en Nueva York que se presentaron en el prestigioso Carnegie Hall, de Manhattan.
Volvamos al apelativo para agregar que evoca el sitio de origen de sus miembros fundadores: la parada 21 del autobús que circula por un barrio predominantemente negro del municipio de Santurce, en San Juan, Puerto Rico, comunidad en la que han surgido algunos de los más famosos intérpretes de la plena.

El entusiasmo, dotes artísticas y dominio de esta manifestación les ha ganado respeto en los círculos de la música folklórica mundial. Sus presentaciones han sido descritas como “una mágica fusión de la cortina invisible que existe entre artistas y audiencia...” (The Albuquerque Journal) y la percusión del grupo, como “incendiaria, compleja y exacta; hace estremecer la sala” (The New York Times). Billboard ha elogiado el grupo por sus "profundas exploraciones de la música afro-caribeña".
Los Pleneros fue proclamado Entidad benéfica por el estado de Nueva York, en 1985, y desde entonces ha recibido varias ayudas económicas, incluyendo el National Heritage Fellowship, para desarrollar e implementar proyectos que constituyan parte de sus programas.


Son también una organización comunitaria que se dedica a desarrollar, promocionar y enseñar las formas danzarias y musicales de Puerto Rico provenientes de la cultura africana, por medio de la presentación de conciertos, lecturas-demostraciones, la celebración de festividades comunitarias tradicionales, clases y talleres. Desde 1988 llevan a cabo un proyecto pedagógico con la escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York. Algo de eso nos ofrecen ahora.
Hasta el momento tienen cuatro discos, el primero de los cuales fue grabado en vivo, en 1986, por World Music Institute. Su disco más reciente : Somos Boricuas: Bomba y Plena en Nueva York (1996), gratamente acogido por públicos y especialistas.


ENTREVISTA:
Juango, ¿ha hecho algo especial Los Pleneros de la 21 para ser considerado el grupo de plena y bomba más importante en los Estados Unidos?

─No ha sido de ninguna manera intencional, solamente lo hemos hecho porque entendemos que es un deber y una responsabilidad. Yo siempre pensé - y aún lo hago- que no soy un ser humano completo, ni un músico completo si no conozco mis raíces. Mientras viví en Puerto Rico siempre las tuve muy presentes pero, tú sabes, una vez que uno sale de su tierra es que se da cuenta de la real importancia que tiene el pegarte más a tus raíces, sobre todo en una ciudad como Nueva York donde se pone en duda la identidad, especialmente la de nosotros los puertorriqueños, quienes para ellos no somos una nación. Así que me enraicé más afianzándome como músico en las tradiciones musicales de nuestro país, de nuestra gente, y gracias a Dios tuve la suerte de estar acompañado de muchos colegas y amigos practicantes de la bomba.

Yo tuve una preocupación bien grande cuando este grupo comenzó con Marcial Reyes, mi maestro, y quien me dijo proféticamente “la pandereta te va a traer muchas cosas”. Esta historia comenzó con los mayores, los más jóvenes éramos nosotros: Edgardo Miranda, Tito Cepeda y yo, y ellos nos dieron la responsabilidad a nosotros diciéndonos: “ya hicimos lo que queríamos, y lo haremos hasta el día que nos toque irnos (como efectivamente fue) pero les toca a ustedes ahora”. Mi preocupación entonces era el tiempo, ¡yo vivía tan orgulloso de contar con aquellos maestros que habían depositado su confianza y una responsabilidad tan grande en mí..! pero ¿hasta cuando ellos podrían continuar acompañándonos? La vida sigue un curso natural y efectivamente se nos fueron los mayores, pero al irse ellos por una puerta venían otros tocándola porque esto es una tradición. Siempre fue un grupo de dos y tres generaciones y lo sigue siendo.

El proyecto comunitario que ustedes llevan a cabo es fundamental en la transmisión de esa tradición. Cuéntenos un poco sobre el mismo.

─Camilo Ernesto, nuestro más joven músico con solo trece años, es resultado del trabajo de nuestro Taller juvenil de bomba y plena. Iba con su mamá, todavía en pañales, a acompañar a sus hermanas que participaban en el taller y el nene daba en la silla, entonces yo dije que ese niño tenía algo especial ¡y ahí está!, con el apoyo de su madre que lo ha llevado a las escuelas de música de Nueva York donde ha recibido lecciones de los mejores, ya ha llegado lejos, y eso lo demuestra con su Tercer premio en el Concurso internacional de percusión de jazz afro-latino Thelonious Monk, cuando solo contaba diez años.

En 1988 fuimos escogidos para comenzar un programa especial dirigido a muchachos que estaban regresando a la escuela después de haberla abandonado por un tiempo; era una manera de motivar a esos muchachos que llaman desertores escolares y que allá representan un porcentaje altísimo. Por ahí comenzamos, y nos dimos cuenta de que era una gran responsabilidad y que esa experiencia debíamos llevarla también en nuestra comunidad. Así que en 1989 comenzamos con un taller piloto donde los primeros estudiantes fueron nuestros propios hijos y muchachitos del barrio; empezamos con seis estudiantes y le hemos dado clases ya a más de quinientos.

En las escuelas continuamos con las presentaciones. Durante el año escolar hacemos unas cien actuaciones, tanto en escuelas públicas como en universidades, y no solamente a nivel local sino también a nivel de estados. De esta manera nos hemos presentado en Nueva Inglaterra, New Jersey y Boston, por ejemplo. Muchas veces vamos de gira y preparamos unos paquetes de actuaciones en los que incluimos talleres para los estudiantes universitarios y luego vamos a una comunidad o a una escuela, hacemos charlas, conciertos e intercambios con otros músicos.

Gracias a esta labor hemos compartido con gente que nunca nos hubiéramos imaginado. Dos o tres años atrás fuimos a un lugar bien remoto de los Estados Unidos en el estado de Nuevo México, una reservación de indios sioux. Recuerdo que cuando llegamos los muchachos estaban jugando baloncesto y nos pusimos a jugar con ellos -por cierto, nos dieron tremenda pela- y después nos pusimos a tocar bomba y plena; ellos participaron tocando su música también. Esa fue una de las experiencias más emocionantes que hemos tenido.

Igualmente visitamos Hawaii donde acudimos a una colonia samoana que hay en Honolulu y allá tuvimos también una presentación de película. Nos hemos presentado también en Australia y en el Primer Festival del folklore internacional, en Moscú, en la todavía entonces Unión Soviética,.

La influencia de la bomba y la plena es innegable en la producción musical de la América Latina y el Caribe. Como intérprete de esos géneros, ¿cómo ve el “estado de salud” actual de los mismos?



─En Puerto Rico tienen mucha vitalidad. El tambor y la música cubanos siempre han estado, y están ahora mismo, bien presentes en la creación musical puertorriqueña, así que los músicos de allá se sienten influenciados por todo lo que musicalmente sucede en Cuba, sobre todo por lo relacionado con los ritmos tradicionales y afrocubanos. Se puede decir que se están revitalizando tradiciones a las que se incorporan nuevos elementos, lo que me parece muy bien. No hay nada puro, nosotros somos resultado de influencias, de una mescolanza de cosas. La plena y la bomba no escapan de esa mezcla de influencias y ese proceso, ese fenómeno, continúa. Nosotros participamos en él.


¿Cómo va a marcar a Los Pleneros de la 21 su estancia en Cuba?

─Mira, yo sabía que me iba a tocar bien fuerte y no me sorprenden de ninguna manera las emociones que he tenido aquí. A veces tú sabes que vas a hacer algo en un sitio y ya te lo estás imaginando, pero cuando llegas es otra cosa. Aquí, por supuesto, es otra cosa; no es lo mismo soñarlo que vivirlo. Y esto es algo que a mí nunca se me va a olvidar. ¡Esto es un comienzo! Gracias a Dios estamos aquí con la bomba y la plena que nos han traído. Yo creo que ha sido formidable, increíble. Ahora tenemos que ir a contarle a toda nuestra gente; donde quiera que lleguemos nos están esperando para que les contemos, y tenemos que motivar ese intercambio porque es parte de nuestra responsabilidad.

Es un privilegio estar aquí, de verdad te lo digo, pero con el privilegio viene la responsabilidad y la nuestra es abrir el corazón y hablar de verdad lo que sentimos y decirles a nuestros compatriotas “vayan pa’lla, hagan el esfuerzo por ir” porque mientras más vayamos más estamos logrando, más nos estamos acercando.


Con la actuación esta noche en el Anfiteatro de La Habana Vieja, Los Pleneros de la 21 concluyen sus presentaciones en Cuba. Casi una semana de diálogo, y música, ¡mucha música! han confirmado la idea que siempre hemos compartido los pueblos boricua y cubano: Somos lo mismo.

sábado, marzo 28, 2009

MALAGONIKUS DAYS


Los Pleneros de la 21: Un Paso Alante

Tuesday, April 28 through Thursday, April 30
Presented by Los Pleneros de la 21
FREE!
Call 212-427-5221 to order
los Pleneros de la 21 (LP21), the renowned Puerto Rican music group and community based organization, is excited to announce the return of Bomba y Plena: Un Paso Alante, the popular and unique program especially designed for working musicians and experienced music students. After a successful launch year, the series will re-launch this time, offering 3 consecutive evenings of intensive Bomba and Plena percussion clinics by world-renowned Latin-percussionist, ANTHONY CARRILLO, from TUESDAY APRIL 28TH THROUGH THURSDAY APRIL 30TH 2009 from 6:30 pm – 8:30 pm at the Julia de Burgos Cultural Center at (1680 Lexington Avenue and 106th Street, East Harlem, NY 10029).

Open to musicians and intermediate level percussion students, the program requires registration by FRIDAY, APRIL 24TH 2009. For full details, registration costs and other information, contact LP21 at (212) 427-5221, nellietanco@aol.com



Cuerpo y cultura. Las músicas mulatas y la subversión del baile

Este libro es un examen de la historicidad de los significados sociales y culturales del baile en la América mulata, especialmente en el Caribe, espacio distinguido por su insistencia, pasión y creatividad en la música y el baile. Indaga sobre el central del baile en la conformación de las identidades sociales a través de las cuales se configuró el mundo civil en los países caribeños. Analiza en detalle la musicalidad afroamericana, que facilitó el reencuentro entre el canto y el baile que la separación mente-cuerpo de la modernidad occidental había lanzado por rumbos opuestos. Y presenta, a su vez, una historia social abarcadora de las músicas «mulatas» bailables, desde las primeras contradanzas y habaneras del siglo XXI hasta el reggaetón de comienzos del XXI.


En palabras de Aníbal Quijano, «Ángel Quintero Rivera ha logrado ubicar en ese nudo que entrelaza todos los procesos, vertientes, caminos, herencias, utopías y proyectos, el origen y las peculiaridades musicales y danzantes de lo que llama las “músicas mulatas”, no sólo sus conexiones sociales y políticas visibles».
La Universidad del Valle
Facultad de Humanidades
Facultad de Artes Integradas
Escuela de Comunicación Social
Tienen el gusto de invitarlo al:
Lanzamiento del libro:
Cuerpo y cultura.
Las músicas mulatas y la subversión del baile
de
Ángel Quintero Rivera
Sociólogo puertorriqueño
Cali, jueves 2 de abril
7:00 p.m.
Salón Rojo
Biblioteca Departamental
Presentan:
Alejandro Ulloa
Darío Henao Restrepo
Ángel Quintero Rivera

Ph.D, London School of Economics and Political Science. Miembro fundador del Centro de Estudios de la Realidad Puertorriqueña (CEREP).Es catedrático en el Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico. Es considerado uno de los más destacados científicos sociales del Caribe. Quizá por la variedad de temas trabajados, por la profundidad con que lo hace, Quintero desborda cada pregunta con una visión que integra, a partes iguales, su análisis de lo social y lo cultural.
Es autor o coautor principal de doce libros, entre los cuales, hay que destacar ¡Salsa, sabor y control! Sociología de la música “tropical”, publicado por la editorial Siglo XXI en México en 1998 (tercera edición, 2005). Este libro recibió el Premio Casa de las Américas, en el género de ensayo histórico social, y el Premio Iberoamericano de la Latin American Studies Association (LASA) en los Estados Unidos, como el libro de tema latinoamericano más importante publicado en español o portugués entre el 1998 y el 2000. Ponce: la capital alterna (2003), Vírgenes, magos y escapularios (1998), La otra cara de la historia (1985) y Conflictos de clase y política (1977).